cagnetto rastrero

Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme
J.R. Wilcock 



Me rindo, soy tuyo, puedes tasarme
y venderme en el mercado en un canasto
si quieres, de todas formas de la cesta
volveré a ti como un perrito
a hacerme vender de nuevo, pintado
a rayas o a cuadros, una cosa es segura:
este perro no cambia más de dueño.
¿Cómo es que yo que gozaba al poseer
gozo ahora siendo poseído?
¡Patas arriba, perro, panza al aire,
cola movida en tu paraíso!
¡La divinidad ha dicho tu nombre
y su voz te ha alcanzado la médula!
Ladra, corre, baila: ¡qué victoria
absoluta esta rendición incondicional!


No hay comentarios:

Publicar un comentario