El Perro de Cornelio Agripa
S. Ocampo
"...lo acompañaba siempre un gran perro negro, que era un demonio familiar. Al morir, Agripa renegó de la magia y lo apostrofó de la siguiente manera: "¡Vete animal falaz, plena causa de mi destrucción!"
Lewis Spence, Enciclopedia de Ocultismo
Réprobo y mudo, atravesaba el hondo
campo siguiendo un leve rastro frío.
Fielmente reflejábase en el fondo
de su mirada agonizante el río.
Subalterno y feroz iba buscando
la luna repetida, fragmentada,
y uan azul protección de agua imantada
que guardara los sueños. Adorando
paredes, charcos, árboles, basura,
quedaba inmóvil en la tierra oscura.
Ladraba llantos, sin tener descanso,
y conturbado por la noche en calma
lo vio a Cornelio Agripa en un remanso
llevándose en su oblicuo espejo el alma.
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